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  • mariosersanyam8

ANÁLISIS DEL CICLO DE VIDA

El análisis del ciclo de vida (ACV) es una herramienta destinada a evaluar el impacto o cargas ambientales ligadas a un producto o actividad. Se considera, junto con las estrategias de prevención de la contaminación y los sistemas de gestión medioambiental (SGMA), una herramienta vital para la mejora del comportamiento ambiental de productos y servicios.


El ACV considera todas las etapas de vida de un producto o servicio. Actualmente, esta cadena se denomina “desde el nacimiento hasta la tumba”. Es una metodología que intenta identificar, cuantificar y caracterizar los diferentes impactos ambientales potenciales, asociados a cada una de las etapas del ciclo de vida de un producto. A continuación se muestras dos formas de interpretación esquemáticas del ACV.





El Análisis del ciclo de vida se considera la base de la ecoeficiencia y el ecodiseño. Acorde con una de las normas internacionales que lo involucra, UNE-EN ISO 14040, el ACV es una técnica para evaluar los aspectos medioambientales y potenciales impactos asociados con un producto o servicio a través de:


  • La recopilación de un inventario de las entradas y salidas relevantes del sistema del producto/servicio.


  • La evaluación de los potenciales impactos medioambientales asociados con las entradas y salidas identificadas en el inventario.


  • La interpretación de los resultados de las fases de análisis de inventario y evaluación de impacto acorde con los objetivos definidos de estudio.


Ventajas


El ACV ofrece multitud de ventajas, tanto cuando se lleva a cabo para un producto, como para un servicio o proceso. Entre algunas a destacar se encuentran:


  • Identificación de oportunidades para mejorar los aspectos ambientales de productos a lo largo de puntos concretos del ciclo de vida de los mismos.


  • La toma de decisiones por parte de la entidad en aspectos esenciales como planificación estratégica, rediseño del producto/proceso, etc.


  • Selección de indicadores de desempeño ambiental correspondientes, así como técnicas de medición


  • La comercialización a través de la mejora de imagen que puede ofrecer una declaración ambiental o eco-etiqueta, fruto de la realización del ACV.


Metodología


La metodología predominante del ACV es aquella recogida en la norma internacional UNE-EN ISO 14040 y UNE-EN ISO 14044.


  • ·UNE-EN ISO 14040:2006: Gestión Ambiental. Análisis de Ciclo de Vida. Principios y marco de referencia. Diciembre 2006.


  • UNE-EN ISO 14044. Gestión Ambiental. Análisis de Ciclo de Vida. Requisitos y directrices. Diciembre 2006

Acorde con estas normas, la forma de realizar el ACV, reduciendo en la medida de lo posible la complejidad que presenta, es a través de cuatro fases iterativas:


Etapa 1. Definición del objetivo y alcance del ACV

Comprende la exposición de los motivos por los que se desarrolla el estudio y la descripción del destinatario del mismo. El alcance es la definición de la amplitud, profundidad y detalle del estudio.


Etapa 2. Análisis de inventario del ACV

El análisis del inventario es una lista cuantificada de todos los flujos entrantes y salientes del sistema durante toda su vida, los cuales son extraídos del ambiente natural o bien emitidos en él, calculando los requerimientos energéticos y materiales del sistema y la eficiencia energética de sus componentes, así como las emisiones producidas en cada uno de los procesos y sistemas.


Etapa 3. Evaluación de Impacto de Ciclo de Vida (EICV)

El EICV relaciona los resultados del Análisis de Inventario con los efectos ambientales a que dan lugar, con el fin de valorar la importancia de los potenciales impactos que generan. Se realiza una clasificación y evaluación de los resultados del inventario, y se relacionan sus resultados con efectos ambientales observables.


Etapa 4. Interpretación

Consiste en interpretar los resultados de las fases precedentes, combinando los resultados del análisis de inventario (ICV) con la evaluación de impacto (EICV), y evaluarlos juntos, en un modo congruente con los objetivos definidos para el estudio, a fin de establecer las conclusiones y recomendaciones para la toma de decisiones.



Aplicaciones


Como ya se comentó, dada la importancia y utilidad del ACV, así como la creciente concienciación y dedicación a la gestión ambiental, este se encuentra involucrado en la gran mayoría de los sistemas de gestión ambiental (SGA) estipulados en la norma ISO 14001:2015.


Implantación de la ecoficiencia


El ACV posee su importante participación para la evaluación de la ecoeficiencia. La ecoeficiencia trata de ofrecer un producto/servicio con la calidad idónea para satisfacer a los consumidores y, a su vez, que su ciclo de vida sea respetuoso con el medio ambiente.


El proceso/evaluación de la ecoficiencia (ISO 14045:2012) requiere del ACV para evaluar los impactos ambientales, acorde con lo definido en las normas internacionales asociadas al mismo. Con el uso de la ecoeficiencia y el ACV se contabiliza tanto impactos ambientales como otro indicadores de valor, véase el costo y precio de las materias primas implicadas en el proceso de estudio.



Implantación del ecodiseño


El Ecodiseño consiste en la reducción del impacto ambiental de un producto o servicio a lo largo del ciclo de vida del mismo. Dado que el ciclo de vida es el objeto principal de estudio del Ecodiseño, el ACV constituye la herramienta vital para llevarlo a cabo.


La norma ISO 14006:2011 recoge todo lo relacionado con el Ecodiseño, especialmente las directrices para implementarlo (donde se encuentra el ACV) de la manera correcta y su continua gestión como parte de un SGA.


En adición, el Ecodiseño consta de certificación por parte de AENOR que refleja las importantes ventajas tanto internas, en la organización, como externas, para los clientes de la misma.

Beneficios del ecodiseño para la organización:


  • Garantía de que la organización cumple la legislación ambiental que le aplica, incluyendo los requisitos ambientales legales referentes a sus productos y/o servicios.


  • Garantía de que gestiona el diseño y desarrollo de sus productos y/o servicios de manera que todos irán mejorando ambientalmente de manera continuada en el tiempo.


  • Reducción de costes (consumo de materiales, mejoras en los envases y embalajes, etc.)


Beneficios para los clientes:


  • Innovación de productos y por tanto diferenciación en el mercado de los mismos.

  • Respuesta a las necesidades y expectativas de los clientes.

  • Mejora de la imagen del producto y de la propia organización.


Etiquetado ambiental


Las etiquetas ecológicas o eco-etiquetas son mecanismos de gran relevancia donde el ACV también hace su importante aparición. Se tratan de un indicativo que proporcionan a los consumidores información sobre los efectos ambientales de un producto y servicio, mostrando la preocupación e implicación de la organización productora o realizadora del producto/servicio.


Dentro del etiquetado ambiental se encuentra aquel voluntario, el cual se encuentra clasificado por la ISO 14020. De tal modo se tiene:


  • Tipo I: eco-etiquetas certificadas.

  • Tipo II: autodeclaraciones ambientales del producto.

  • Tipo III: declaraciones ambientales de producto.


De las anteriores, el ACV tiene su mayor implicación en las de Tipo I y Tipo II.


Ecoetiquetas TIpo I


Este tipo de eco-etiquetas certifican e identifican de manera oficial productos y servicios con un menor impacto sobre el medio ambiente, acorde con criterios ambientales previamente establecidos. Se fundamentan en la totalidad del ciclo de vida, razón de la importancia del ACV. Vienen recogidas en la ISO 14024 y son otorgadas por una tercera parte independiente.


A nivel europeo, destaca la denominada Etiqueta Ecológica Europea. La EEE constituye uno de los instrumentos incluidos en el Plan de Acción Comunitario de Producción y Consumo Sostenible y Política Industrial Sostenible de la UE. Además, cuenta con el respaldado de las autoridades ambientales de la UE y de los Estados Miembros. Abarca diversos sectores, entre ellos el de la hostelería.


Respecto las ventajas, son evidentes algunas de ellas, como la mejora de imagen del producto/servicio/organización. De forma sintetizada se tiene:


  • Son etiquetas creíbles, regidas por una institución de renombre.

  • Certificadas por tercer partes externas y acreditadas.

  • Visibles.

  • Fiables y diferenciadoras.


Declaraciones ambientales Tipo III


Las declaraciones ambientales de producto se basan en el Análisis del Ciclo de Vida para ofrecer, de forma transparente y verificable, información asociada al comportamiento ambiental del producto/servicio. Vienen detalladas en la ISO 14025:2010 y no definen criterios mínimos para cumplir ni la preferencia ambiental de ese producto o servicio.


Ofrecen una descripción cuantitativa y verificada del comportamiento ambiental de los productos que destaca por ser:


  • Objetiva y fiable, debido al uso del Análisis de Ciclo de Vida (ACV).


  • Disponible para los productos y servicios (incluyendo por ello la restauración y hostelería), debido a la ausencia de valoraciones objetivos de comportamiento ambiental a alcanzar.


  • Actualizable, porque sus contenidos pueden ser enmendados si es necesario, después de una revisión y verificación externa de las nuevas mejoras alcanzadas.

  • Instructiva, por la posibilidad de otorgar información adicional, explicaciones en aspectos ambientales, económicos o sociales para una mejor interpretación del contenido del mismo.

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